Circular
Project: Una tienda, un Mostrador.
Disfrutando
una vida sabiendo
Que
todos los momentos son únicos
Aunque
cada instante postula una máxima ineludible;
La historia
tiende a la salmodia
Las
épocas aunque singulares, guardan similitudes
Queda
en nosotros el saber leer aquellas semejanzas
Para
aportar novedad a nuestro tránsito
Dejar
huella siempre ha sido una necesidad imperativa
Quizás
es tiempo de borrar aquellas huellas
Tal
vez de lo que se trata es de no dejarlas
Intentar
fundirnos en la aliteración ancestral
Permitiendo
el delicado equilibrio de lo natural
De lo
que sabemos justo
De lo
que permanece en la memoria imborrable
De
aquello que hace en definitiva nuestro paso
Algo
realmente extraordinario y valioso
Estamos
forjados por nuestras decisiones
Que
estas vayan por caminos íntegros…
Roberth Rojas Zambrano (El Cartonista).
Conocí a
Paloma de The circular Project Shop
una mañana fría de noviembre, me había llamado para contarme que quería una
pieza para su tienda de moda sostenible, que estaba pronta a inaugurar, pero
aún no sabía que era lo que quería, solo tenía ideas vagas, supongo que porque
toda su energía estaba dedicada a su objetivo que era la apertura de la tienda,
quedamos para vernos aquella mañana, vi el local, antes de la reforma y vi
muchas ganas de hacer cosas y a una persona con mucha ilusión, pero también con
el miedo que significa el emprendimiento de un proyecto vital, se estaba
dejando todo en la apuesta más importante de su vida (esa era mi percepción),
me hablaba de su proyecto con mucha fuerza, se veía en sus ojos que lo que
decía torpemente esbozaba todo aquello que quería transmitir, pues sus
pensamientos iban más rápido que los sonidos de las palabras que decía, conozco
muy bien esta sensación, pues la he vivido muchas veces hablando de lo que
hago. Me dijo que le gustaba mi trabajo
y que sabía que quería que participara en su tienda con una pieza, aún
incierta, quedamos en que una vez hecha la inauguración me volvería a
contactar, habiendo pasado ya por lo más importante, quizás la calma después de
la tormenta le dejaría más claro mi papel en aquella historia…
Y así fue, me
volvió a contactar una vez pasada la inauguración, nos vimos para concretar el
22 de diciembre, muy cercanos a las fiestas, finalmente lo sabían, era un
mostrador lo que necesitaban, tomé las medidas y puse mi imaginación al
servicio de aquel proyecto, trabajé un poco a trompicones entre tanta
celebración, comilonas y desfase propio de las fechas, pero para el dia 2 de
enero, ya tenía el diseño, esperaba que
pasaran reyes para quedar, y así fue, aunque no fui yo quien llamó, fue
Paloma, que ya quería ver algo…
Vistas de la maqueta |
Y le mostré
aquello que había ideado para su tienda, de una manera al menos inusual para el
cartonista, por primera vez decidí llevar una maqueta pues los dibujos se
habían hecho un poco complejos de entender, yo aunque seguro de lo que había
hecho, también iba un poco a tientas, pues habíamos hablado poco, tiré mucho de
intuición y de que a fin de cuentas, la persona que tenía delante era
emprendedora igual que yo, con muchas cosas que nos unen, eso quizás me hizo
más asertivo… Le encantó el diseño, sobrepasaba cualquier expectativa de lo que
se había imaginado, ¡¡¡lo había logrado!!!, el resto fue definir como lo
haríamos, el precio y el tiempo de entrega y salí ese día con el proyecto
aprobado, muy contento y con el susto de que es la pieza más grande que he
hecho hasta ahora, como sabéis, trabajo en casa todavía, pues no puedo aun
afrontar el pagarme un taller donde producir mis creaciones (todo llegará), y
establecer la logística para producir ese mueble era todo un proyecto en sí
mismo…
Con mucha
ilusión me puse manos a la obra.
Para esta
pieza recuperé de la calle:
2 cajas de
bicicletas de aprox 150x90x25 c/u, 2 embalajes de Nevera de aprox 60x60x200 c/u,
2 embalajes de mampara de 200x90x6 c/u,
2 cartones de 150x150, 2 cartones de 200x100, unos 400 folios tamaño a 4 para
el recubrimiento final, unos 4 kg de cola blanca y unos 5 litros de engrudo,
pintura ecológica con pigmentos no toxicos y biodegradables, muchas horas de
trabajo y toneladas de ilusión.
Vistas del mostrador in situ. |
La parte más
interesante es la parte del frente del mostrador que está brocada, con un
motivo diseñado especialmente para The Circular Project Shop, en una superficie
curva, que es bastante complicada de hacer, que aloja una cinta de Möebius que es parte
del logotipo de la marca, (que es una forma que me ha acompañado desde mis
tiempos de estudiante de Arquitectura), creo que la pieza resume perfectamente
los valores de la marca y los valores del Cartonista.
Cinta de Möebius |
Estoy muy
entusiasmado con el resultado, pues creo que es un verdadero éxito en todo
sentido, (el diseño se vio modificado por algunas particularidades no previstas en un inicio, pero cosa que es natural en todo proceso de diseño), espero que sea el revulsivo que necesito para que mi iniciativa
arranque con buena velocidad en este año que ha empezado con muy buen pie.
Mostrador en todo su esplendor. |
Espero que os
guste, si es así me gustaría pediros a quienes me leéis, que me ayudéis a
multiplicar el mensaje de lo que hago para así llegar a la mayor cantidad de
personas, pues nunca se sabe dónde podría estar el siguiente cliente del
Cartonista.
El Cartonista: Roberth Rojas Zambrano
rrojas0909@hotmail.com
rrojas0909@gmail.com
+34619433710
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