Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.
No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.
A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.
Tengo rocío para todos.
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.
No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.
A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.
Tengo rocío para todos.
Pablo Neruda.
De los espacios de trabajo
en el hogar, lugares cada vez más recurrente en nuestras viviendas en los tiempos
que corren, trata este post; en nuestro espacio vital somos 2 habitando y no
pocas veces trabajando, confinados en los pocos metros cuadrados que
constituyen nuestro querido hogar: para lograr comodidad en esas ocasiones hay
que hacer verdaderos malabares, estudiar bien los lugares desaprovechados o los
lugares con potencial para acomodar aquello que nos hace falta…debo reconocer
que hacer la vida en espacios reducidos nos
obliga a que hagamos el ejercicio de discernir entre lo imprescindible y
lo accesorio, cosa nada fácil en el mundo globalizado, consumista y esquizofrénico
que nos ha tocado compartir. Agradeciendo
tener cotidianamente ese punto de conexión con lo mundano, me puse a
reflexionar acerca de lo que se necesita para estar cómodo en un lugar de
trabajo necesariamente mínimo, pero que me ofrezca la posibilidad de tener a la
mano todo aquello que pudiera necesitar para el desempeño de la labor que
tuviera que realizar, que lugar debía ocupar, que dimensiones debía tener, me
puse a trabajar, midiendo, imaginando, analizando y sintetizando.
Como ya sabéis mi espacio de
trabajo se corresponde con el “comedor” de nuestra casa, ese es mi taller,
despacho, oficina y lo que pueda necesitar, estoy relativamente cómodo en ese
espacio, mi marido tenía su despacho en la configuración antigua del piso (pre-remodelación)
en la habitación, en la reforma su espacio se perdió por lo que de su
recuperación trata este post.
El espacio del que disponía
era realmente pequeño, pero lo suficiente para lograr acomodar todos sus
papeles, la impresora (imprescindible) y un área para poner su ordenador, todo tiene
el espacio mínimo que se necesita, logrando un lugar de trabajo funcional y que
no desentona con la nueva configuración espacial.
Os lo muestro.
Proyectando |
Elaboración |
Resultado |
Intimo |
Espero que os guste el resultado. Si es así compartidlo.
El Cartonista: Roberth Rojas Zambrano
rrojas0909@hotmail.com
rrojas0909@gmail.com
+34619433710
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